Ver una telenovela / serie puede ser muy atractivo, pero ¿hasta qué punto puede esta participación ir más allá del simple encantamiento de la historia?
Según la investigadora brasileña Kelly Scoralick (2010), la ficción logra involucrar al espectador, combinando información con la imagen. Haciendo que el mensaje visual se convierta en un gran atractivo en las pantallas, es con una imagen que la televisión se expande
su fascinación. La ficción ayuda a formar mentalidades en el individuo, construyendo valores y narrando la realidad a su manera, interfiriendo de manera crucial en la construcción de
identidades. Es la representación social de identidades en la ficción mediante una pantalla. Es un símbolo de identificación, tanto individual como colectiva.
Cuando decidimos empezar a ver una serie, la mayoría de las veces queremos una distracción, una forma de relajarnos. Muchas veces la trama de una serie es tan buena que nos hace vivir la serie como si estuviéramos dentro de ella, proyectándonos sobre los personajes, viviendo sus alegrías y tristezas. Pero, ¿qué tan "saludable" es esto? Hasta que esta experiencia no interfiera con tu vida real, las series son ficticias, los actores en la pantalla son personas como cualquier otro, y la mayoría de las veces completamente diferente a los personajes que interpretan, y mezclar las cosas termina trayendo una gran incomodidad. . La realidad no es perfecta, a veces queremos huir de ella, de nuestras responsabilidades, pero vivir la realidad que hay detrás de una pantalla no es la mejor opción, porque nada de eso es real, pero tu vida son tus responsabilidades.
Si en algún momento te das cuenta de que la trama de una serie ha trastocado tu vida y tu salud mental, es hora de detenerte, leer un libro, disfrutar de tu familia o incluso buscar ayuda profesional.
Érica Cristina Pereira - Psicólogo CRP-09/14481

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